Publicado en 1954 tras las ponencias de la Sociedad Mont Pèlerin de 1951, reúne ensayos editados por Hayek que examinan la historiografía del capitalismo. Contextualizado en la posguerra, reflexiona sobre el impacto de las interpretaciones históricas en el debate económico. Su tesis central sostiene que los juicios sobre la era industrial a menudo están condicionados por prejuicios políticos que distorsionan la objetividad histórica. Estructurado en dos secciones temáticas, incluye ensayos de T. S. Ashton, L. M. Hacker y B. de Jouvenel sobre el nivel de vida y la industrialización. Entre sus temas destacan los sesgos anticapitalistas, el análisis de salarios reales y la revisión crítica del informe del Comité Sadler. Argumenta que la comprensión del crecimiento económico exige separar el rigor analítico de las convicciones morales para ofrecer una visión equilibrada. Su influencia perdura en la historiografía económica y en los estudios de métodos historiográficos, consolidándose como referencia obligada para entender cómo las interpretaciones ideológicas moldean la concepción del progreso económico.