Publicada en 1964, la obra de William Hutt se sitúa en un contexto de creciente sindicalismo y debates sobre la intervención estatal en la economía. Su tesis central argumenta que la contratación colectiva puede perjudicar tanto a trabajadores como a empleadores, limitando la libertad de negociación. La estructura del libro se divide en análisis teóricos y estudios de casos prácticos, abordando temas como la coerción sindical y la influencia del gobierno en las relaciones laborales. Su relevancia radica en la crítica al modelo de negociación colectiva predominante, ofreciendo una perspectiva liberal que invita a repensar las políticas laborales de la época.