Publicada en 1972, la obra de Gonzalo Fernández de la Mora surge en un contexto de transición política en España, marcado por el final del franquismo y la búsqueda de nuevas ideas sociales. Su tesis central argumenta que la envidia igualitaria, promovida por ideologías como el socialismo, socava la meritocracia y la libertad individual. Estructurada en ensayos que analizan la moralidad, la política y la economía, aborda temas como la justicia social y la crítica a la igualdad impuesta. La relevancia de la obra radica en su defensa de la libertad personal y su crítica a las ideologías totalitarias, influyendo en el pensamiento político contemporáneo.