Los nuevos movimientos sociales de la posguerra han puesto de relieve la idea de que la identidad puede ser un foco crucial de la lucha política. En relación con el creciente reconocimiento de que la propia teoría social debe poner la política de la identidad en el centro del escenario, este volumen impulsa a los teóricos sociales no sólo a dar sentido al «mundo exterior», sino también a dar sentido a las diferencias dentro del discurso de la teoría.