En 1912, Ludwig von Mises presenta una obra fundamental que analiza la naturaleza del dinero y su relación con el crédito. Motivado por la necesidad de entender los ciclos económicos y la inflación, Mises argumenta que el dinero es un medio de intercambio que facilita las transacciones. Además, explora cómo la expansión del crédito puede llevar a distorsiones en la economía, resaltando la importancia de una política monetaria responsable para mantener la estabilidad económica.