En 1947, Georges Bernanos crea una obra que explora la fe y el sacrificio a través de la historia de un grupo de monjas carmelitas enfrentadas a la persecución religiosa durante la Revolución Francesa. La obra refleja las luchas internas de las protagonistas, quienes deben confrontar su devoción y el miedo a la muerte. Motivado por su interés en la libertad espiritual, Bernanos profundiza en el dilema entre la vida terrenal y la trascendencia.