Publicada en 1999, esta obra de Randall Collins explora el surgimiento de la filosofía moderna en el contexto de la Revolución Científica y la Ilustración. El autor argumenta que la filosofía se desarrolla como respuesta a la crisis de la autoridad en el pensamiento europeo. La estructura del libro se divide en análisis de figuras clave y sus interacciones, destacando temas como el conocimiento, el poder y la crítica social. La relevancia del texto radica en su enfoque interdisciplinario, que conecta la filosofía con la sociología y la historia, ofreciendo una nueva perspectiva sobre el desarrollo del pensamiento occidental.