Publicada en 2009, esta obra se sitúa en un contexto de crisis financiera y debate sobre el capitalismo. Su tesis central defiende que el capitalismo es el motor de progreso y bienestar, argumentando que la intervención estatal suele ser contraproducente. La estructura del libro se divide en análisis históricos y estudios de caso, explorando temas como la innovación, la propiedad privada y el papel del empresario. La relevancia del texto radica en su defensa del liberalismo económico y su crítica a las políticas intervencionistas, ofreciendo una perspectiva que invita a reflexionar sobre el futuro del sistema capitalista.