Publicada en 1897, la obra de Piotr Kropotkin surge en un contexto de agitación social y crecimiento del pensamiento anarquista en Europa. Su tesis central argumenta que el estado, como institución, es un producto de la opresión y la explotación, y no una necesidad social. La estructura del texto se divide en análisis históricos y sociológicos, abordando temas como la evolución del estado, la cooperación en la sociedad y la crítica al autoritarismo. La relevancia de la obra radica en su influencia en el pensamiento anarquista y su crítica profunda a las estructuras de poder, resonando en movimientos sociales contemporáneos.