Publicada en 1970, la obra de Morris Kline se sitúa en un contexto histórico marcado por el avance de la matemática moderna y su relación con la filosofía y la ciencia. Kline argumenta que la matemática ha perdido su certeza y rigidez, especialmente con la llegada de la teoría de conjuntos y el enfoque axiomático. La estructura del texto aborda la evolución de conceptos matemáticos y su impacto en la educación y la sociedad. Temas como la intuición, la lógica y la crítica al formalismo son centrales. La obra es relevante por su análisis crítico y su influencia en la comprensión de la matemática contemporánea.