Publicada en 2001, la obra de Enrique de la Garza Toledo surge en un contexto de transformación social y cultural en América Latina, donde las ciencias sociales enfrentan nuevos desafíos. Su tesis central propone una reflexión crítica sobre la metodología en las ciencias sociales, abogando por un enfoque plural y multidisciplinario. La estructura del texto se divide en varias secciones que abordan desde los fundamentos teóricos hasta aplicaciones prácticas en la investigación. Temas como la epistemología, la investigación cualitativa y cuantitativa, y la ética en la investigación son tratados en profundidad. La obra es relevante por su contribución a la formación de investigadores y su impacto en el desarrollo de metodologías contemporáneas.