Publicado en 1944 y traducido a numerosos idiomas, \"Camino de servidumbre\" popularizó el nombre de Friedrich A. Hayek más allá de las fronteras del mundo académico, donde su prestigio científico (reconocido en 1974 con la concesión del Premio Nobel de Economía) estaba ya sólidamente establecido. La tesis central del libro es que los avances de la planificación económica van unidos necesariamente a la pérdida de las libertades y al progreso del totalitarismo. Resulta notable que una obra de tan acusado filo polémico, nacida para suscitar la controversia y el debate, fuera acogida con respeto incluso por sus críticos debido a su honestidad intelectual, rigor lógico e información fiable. Si Keynes mostró su acuerdo con los puntos de vista de moral y filosofía social de «este gran libro», Schumpeter subrayó un rasgo poco común en obras de este género: «Es un libro cortés que casi nunca atribuye a sus contrarios otra cosa que el error intelectual».
Publicado en 1970 y revisado en 1974 por Little, Brown y Harvard University Press, surgió en el contexto de la creciente preocupación por el declive urbano en EE.UU. tras las políticas de la Gran Sociedad y el malestar por la pobreza metropolitana. Su autor, politólogo de Harvard, plantea que la crisis urbana tiene raíces culturales y de clase, no meramente económicas, y cuestiona la eficacia de las políticas públicas tradicionales. Estructurado en introducción y capítulos que combinan estudios de caso con análisis teórico, incorpora ejemplos de barrios en declive, cultura de la pobreza y segregación social. Su enfoque contracultural influyó en debates posteriores y sirvió de base al concepto de “ventanas rotas” en política de seguridad urbana.
Las minorías influyentes han existido de alguna forma en todas las sociedades humanas. A lo largo de la historia, estas élites han suscitado diversas reacciones: respeto, hostilidad, miedo, envidia, imitación, pero nunca indiferencia. Aunque algunos grupos de élite sólo han tenido una importancia histórica pasajera, las élites estratégicas, cuyos miembros son líderes nacionales e internacionales, son hoy las responsables últimas de la consecución de los objetivos sociales y de la continuidad del orden social en un mundo en rápida transformación. Este volumen, que apareció por primera vez en 1963, supuso un gran avance en nuestra comprensión teórica de estas élites, por qué son necesarias, cómo actúan y qué efecto tienen en la sociedad. Basándose en la obra de autores clásicos como Saint-Simon. Marx. Durkheim. Mosca. Pareto. y Michels, y estudiosos modernos como Mann-heim. Lasswell, Aron. Mills y Parsons, la autora presenta una desafiante teoría de las élites que proporciona el marco para su examen de su coexistencia, sus orígenes sociales y su ascenso y declive. Las élites analizadas incluyen las políticas, diplomáticas, económicas y militares, así como las científicas, culturales y religiosas. El autor examina sistemáticamente los datos empíricos disponibles sobre la sociedad estadounidense, así como una selección de materiales sobre Gran Bretaña, Alemania, la Unión Soviética y el Reino Unido. Alemania, la Unión Soviética y las naciones en desarrollo de Asia y África. Escrito con claridad y distinción. Beyond the Ruling Class sigue siendo un tratamiento exhaustivo y provocador, rico en conocimientos empíricos, de un tema que atraerá la atención de politólogos, sociólogos e historiadores interesados en temas de poder, influencia y liderazgo en la vida nacional e internacional. Su nueva introducción a Beyond the Ruling Class es a la vez una valoración del estado actual de los estudios sobre las élites y una cuidadosa autoevaluación de sus esfuerzos.
Publicado en 1956 por Harvard University Press, examina la depuración política como recurso constante del sistema totalitario soviético desde 1930 hasta la lucha sucesoria tras la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de diez capítulos describe la conceptualización, implementación y consecuencias del terror de Estado, mostrando cómo las purgas funcionaban como técnica de gobierno para consolidar el poder más allá de campañas episódicas. Combina análisis histórico con reflexión teórica para explicar la continuidad del terror político en la URSS. Sus aportaciones fueron clave para comprender el totalitarismo y sentaron las bases de estudios posteriores sobre los mecanismos de represión estatal.
Un best seller internacional y un referente irremisible de la historia del feminismo.Cuando se publicó por primera vez en 1970, La mujer eunuco supuso un punto de inflexión en la defensa de los derechos de la mujer. La tesis sobre la que se sustenta el libro es que la familia nuclear, consumista y urbana reprime a la mujer sexualmente y esta acaba por desvitalizarse y convertirse en eunuco. Por esta razón, advierte Greer, la auténtica liberación pasa por una liberación sexual. Casi cinco décadas más tarde, este libro se ha convertido en un importante documento histórico y pone en relevancia todo el trabajo que queda por hacer.
Este libro supone la primera vez en que se presenta, de una manera completa y global, una alternativa a las teorías liberales y comunitaristas que han dominado la filosofía política de los últimos años. Y Philip Pettit lo hace mediante una exposición, tan elocuente como convincente, que a su vez se abre con una exploración de la concepción republicana tradicional de la libertad como no-dominación, contrastándola con las visiones negativa y positiva de la libertad. La primera parte esboza el ascenso y declive de dicha concepción, muestra sus ventajas y defiende la necesidad de seguir considerándola como un ideal político esencial. La segunda atiende las implicaciones que podría tener el ideal en cuestión para la toma de decisiones públicas, para el diseño constitucional y democrático, para el control regulativo del Estado y para la relación entre este último y la sociedad civil. Especialmente notables resultan, en este sentido, tanto el nuevo concepto de democracia aquí expuesto, según el cual el Estado debe exponer continuamente sus decisiones al debate ciudadano, como la consiguiente visión de las relaciones entre el Estado y una sociedad civil basada en las virtudes cívicas y la confianza mutua.