Georges Palante (1862-1925), maestro de escuela y filósofo que escribió a principios del siglo XX en Francia, fue un importante teórico del individualismo. En este libro, que comenzó como una tesis doctoral, sostiene que las necesidades de la vida individual y la vida social son antinómicas, incompatibles. Dedica sus capítulos a explorar las antinomias entre el individuo y la sociedad en una amplia gama de ámbitos, entre los que se incluyen: la vida psicológica e intelectual, la vida emocional, la «actividad voluntaria», el arte, la religión, la educación, la economía, la política y el sistema jurídico, la sociología y la moralidad. Concluye que su «teoría de las antinomias justifica el individualismo como actitud del individuo frente a la sociedad».
Defensa encendida del valor de la filosofía política y del estudio de la historia de las ideas políticas, «Dos conceptos de libertad» (1958) -el texto más célebre y comentado de Isaiah Berlin (1909-1997)- es también un análisis de los dos sentidos de la libertad política -el negativo y el positivo-, que se resuelve a favor del primero y de un liberalismo escéptico que busca hacerse cargo del irreductible pluralismo de valores de nuestro mundo. Esta edición -a cargo de Ángel Rivero- se completa con el alfa y el omega de Berlin: «El fin justifica los medios» (1922), su primer ensayo conocido, y «Mi trayectoria intelectual» (1996), el último del autor, un recorrido autobiográfico sobre la evolución de su pensamiento y sobre los temas y autores que le han interesado, y que constituye, sin duda, la introducción más clara y sintética a su obra.
Acerca de Lukács y de Ortega y Gasset, filósofos de la generación de 1914, se ha sostenido que ambos representan posiciones radicalmente opuestas y que puede adjudicárseles el crédito de ser precursores de Martín Heidegger. Sin embargo, el autor aplica el método de la sociología del conocimiento al ambiente cultural europeo del primer tercio del siglo XX, y cuestiona estos dos lugares comunes de la historia de las ideas. Es el primer estudio que hace hincapié en las coincidencias entre las obras de juventud de Lukács y las de Ortega y Gasset. La metodología del presente trabajo constituye un argumento más a su favor por su estilo claro y preciso, por la erudición de sus notas y de su bibliografía y, sobre todo, por su exigencia de continuidad con la obra de José Gaos. Esta obra recupera las mejores tradiciones de investigación en México.
Un alegato en defensa de los trabajos manuales frente a los intelectuales. Un sorprendente éxito de ventas en Estados Unidos, en donde ha sentado las bases para discutir sobre el valor y el sentido del trabajo en la actualidad. La postura del autor es que el trabajo intelectual está sobrevalorado en detrimento del trabajo manual con la consecuente pérdida de talleres de oficios manuales y por lo tanto de nuevos aprendices de oficios. Entre muchas otras cosas el autor cuestiona el imperativo vigente en la educación de que todos tienen que ser «trabajadores del conocimiento». También aduce que la mayoría de los oficios manuales son imposibles de deslocalizar a otros países y que muchas veces están mucho mejor remunerados que los oficios intelectuales supuestamente más dignos. También destaca el nivel de satisfacción más alto que suele brindar el hecho de ser capaz de crear o arreglar algo concreto con tus propias manos.
Publicada en 1871, esta obra aparece en una época victoriana comprometida con la moralidad individual y las virtudes civiles. El autor sostiene que el carácter es la fuerza moral que mueve al mundo, más respetable que el talento, pues proviene del corazón y del deber cotidiano. Está organizado en capítulos que analizan, entre otros, la influencia familiar, el ejemplo de los amigos, el valor, el autocontrol, la disciplina del trabajo y la compañía de los libros o del matrimonio. Subraya que cada acto y pensamiento contribuye a forjar hábitos e inteligencia. Su importancia radica en fomentar una ética personal basada en la responsabilidad, la constancia y la integridad, pilares renovadores del ideal victoriano y la cultura reformista.
Reedición ilustrada y exhaustivamente anotada de “El libro del hombre de bien”, todo un clásico publicado en 1843 en Barcelona (Antonio Bergnes y Cª). Se trata de una edición indispensable para conocer y adentrarse en la vida y espíritu del célebre ilustrado norteamericano. Una extraordinaria selección de opúsculos morales, económicos, científicos y políticos, precedida por una biografía de este polifacético padre fundador de los Estados Unidos de América. «Pocos hombres ha habido que, como Franklin, se hayan colocado en un puesto tan elevado entre los bienhechores de la humanidad, y cuya vida presente tantos y tan buenos ejemplos que seguir, tantas lecciones útiles que recordar. Filósofo a la manera de Sócrates, estudió la moral en sí mismo, y no se creyó con derecho para dar lecciones hasta después de haber aplicado sus preceptos a su propia vida. Político generoso y diestro a la vez, se desveló con tesón para ilustrar los entendimientos y civilizar el mundo; quiso ser deudor de sus triunfos a la sola persuasión; no transigió jamás con ninguno de sus deberes, ni jamás cedió ninguno de sus derechos: nadie, tanto como él, contribuyó a preparar y a consolidar la emancipación de los Estados Unidos de América, ¡acontecimiento inmenso! cuya trascendencia sobre la suerte del mundo estamos todavía distantes de poder concebir. Observador prolijo y juicioso, robó más de un secreto a la naturaleza. A su genio investigador debemos la invención del pararrayos, y los usos más ordinarios de la vida se han enriquecido con las infinitas aplicaciones que supo hacer de las ciencias.