Publicado en 1924 por el gobierno soviético tras la Revolución de Octubre y poco antes de su supresión en 1928, el autor examina las corrientes literarias rusas entre 1905 y 1917 y su papel en la formación de la conciencia de clase. Sostiene que el arte ha reflejado históricamente los intereses de la clase dominante y que el proletariado, al tomar el poder, debe asimilar las tradiciones anteriores para crear una cultura verdaderamente popular. Conformado por ensayos temáticos sobre vanguardias, futurismo, formalismo, cultura proletaria y arte socialista, articula la materialidad de la creación y la función social del escritor. Esta obra impulsó el debate cultural marxista y anticipó la política artística del Estado soviético.