Publicado originalmente en 1935, surgió en un contexto de expansión estatal durante el New Deal en Estados Unidos, invitando a reflexionar sobre los límites del poder gubernamental. A través de una serie de conferencias, se plantea que este poder estatal crece siempre a costa de la capacidad social de la comunidad, cuyo espacio se va reduciendo. Introduce una distinción clara entre el poder que emana de la sociedad y aquel que impone el Estado mediante coerción. Analiza cómo intervenciones estatales, ya sea en la economía, la asistencia social o la burocracia, erosionan la autonomía comunitaria. Su estructura, ágil y provocadora, combina historia, teoría política y crítica cultural. Su relevancia radica en haber inspirado corrientes conservadoras y libertarias posteriores, ayudando a consolidar una narrativa que valora los derechos naturales y la autonomía social frente al poder coercitivo.