En 1993, Paul Bairoch presenta una obra que desafía las narrativas convencionales sobre el desarrollo económico. A través de un análisis crítico, el autor busca desmitificar creencias populares sobre la historia económica, argumentando que las realidades son más complejas y diversas. Su motivación radica en corregir distorsiones en la percepción del pasado económico, destacando el papel de factores como el colonialismo y la desigualdad en el crecimiento de las naciones.