Publicado en 1950, en la Europa de posguerra y el inicio de la descolonización, el autor examina cómo el “nomos” —apropiación del espacio, reparto y producción— funda el orden jurídico-político mundial. Sostiene que el *jus publicum europaeum* (siglos XVI–XIX) limitó la guerra entre Estados soberanos, pero colapsó con las guerras totales del siglo XX. La obra se estructura en dos grandes bloques: génesis y apogeo de ese orden europeo, y su crisis frente a nuevas potencias y espacios globales. Aborda temas como la distinción amigo/enemigo, el concepto de “enemigo justo”, la piratería, los grandes espacios (Großräume) y la guerra discriminatoria. Su relevancia radica en replantear la relación entre derecho internacional, geopolítica y territorialidad contemporánea.