Elegido por la prestigiosa revista History Today como el mejor libro del año y galardonada con varios premios internacionales (NCR, Wolfson, W.H. Smith, etc.) este libro ha consagrado a Orlando Figes como el historiador que mejor conoce los entresijos de la Revolución rusa y, además, como un escritor con una técnica literaria excelente. Es el libro definitivo sobre un proceso histórico que transformó el mundo.
Con el centenario de los Estados Unidos como escenario de esta novela histórica, Gore Vidal vuelve a embarcarse en una gloriosa expedición a esa actividad sórdida y compleja llamada política. Y esta es la política tal y como debe ser: chismes, corrupción, dinero, cenas, más corrupción y toda la panoplia hortera del poder. En la atmósfera enrarecida de un mundo en el que el dinero ha comenzado a hablar muy alto —normalmente a través de la boca de personas llamadas Astor— entran Charles Schuyler y su hija Emma. Charlie es el hijo bastardo no reconocido de Aaron Burr; Emma es bastante guapa; y ambos piensan que es prudente regresar de la penuria en Europa y asegurar un matrimonio fortuito para Emma. Pero Estados Unidos ya no es una joven república, sino una superpotencia internacional incipiente con su administración sórdida, sus campañas electorales dudosas, su esnobismo, sus «palomitas», sus «tubos parlantes» y sus «ferrocarriles perpendiculares» (ascensores). Es un mundo que acogerá en su seno social y político a estos dos atractivos exóticos con los nombres adecuados. Y es un mundo en el que cada pecadillo político, cada desliz social y cada intriga irresistible queda registrado en este diario de Charlie Schuyler.
La presente obra abrió un siglo de literatura abiertamente enemistada con el concepto de Estado. Sin ir más lejos, fue el tratado que inspiró la obra de Albert J. Nock y los trabajos de Frank Chodorov, e incluso para muchos es el cimiento teórico sobre el que Murray N. Rothbard articularía posteriormente todo su pensamiento. En efecto, Franz Oppenheimer firmó el que aún hoy sigue siendo considerado uno de los más estimulantes trabajos sobre Historia de la Filosofía Política jamás concebidos. El autor afronta la titánica tarea de desmantelar siglos y siglos de pensamiento falaz acerca del origen, la naturaleza y el fin último del Estado. Oppenheimer establece el punto de partida en los albores de la Humanidad, cuando el mundo estaba constituido por comunidades dispersas de campesinos y nómadas. Un recorrido cronológico y de carácter psicosociológico de la evolución del Estado desde sus formulaciones primitivas hasta el moderno Estado constitucional. Este detallado trabajo supone, sin duda, la réplica más certera que ha recibido jamás la teoría del «contrato social del Estado», propuesta por la mayoría de los pensadores políticos desde la Ilustración. La verdadera naturaleza del Estado no puede ser revelada mediante peregrinas justificaciones filosóficas de pensadores más o menos inspirados, sino gracias a un exhaustivo análisis, científico y desprejuiciado, de la Historia de la Humanidad. Y eso es, precisamente, lo que ofrece Oppenheimer en su obra magna.
Publicado en 1994, esta colección de ensayos surge en la eclosión de la cultura pop y el posfeminismo de los años noventa. Su autora, crítica cultural y profesora de humanidades, defiende la importancia de la sexualidad como fuerza creadora y examina el arquetipo de la femme fatale en el arte, el cine y la literatura. Organizada en veintisiete textos que combinan anécdotas personales con análisis erudito, aborda temas como el erotismo, la estética gótica, la mitología clásica y el impacto de los medios de comunicación. Su estilo vehemente y contracorriente critica doctrinas feministas rígidas y celebra la ambigüedad sexual como motor de innovación cultural. Ha influido en debates sobre género, arte y poder simbólico.
Brillante y apasionado ensayo que ha ejercido una decisiva influencia sobre la teoría social y política contemporánea, «La miseria del historicismo» incide en la debilidad interna que aqueja a la estructura teórica de esta corriente de pensamiento y que es partir de una premisa tan errónea en su planteamiento como falaz en sus implicaciones: la certeza de que la evolución humana puede ser objeto de predicción mediante el descubrimiento de los ritos, modelos, leyes o tendencias que supuestamente gobernarían su curso. Ahora bien, como argumenta Karl R. Popper en esta audaz crítica, dado que la historia humana está influida de forma crucial por el crecimiento del conocimiento, y dado también que no cabe anticipar hoy lo que sabremos mañana, la pretensión de predecir así el futuro carece de todo fundamento científico y pertenece al campo de la pura superstición.
Publicado en 1957, en el auge de la sociología funcional y comparativa de la posguerra, este estudio ofrece un análisis sistemático de las formas de estratificación en distintas sociedades. Su autor define los elementos estructurales (clase económica, estatus social y prestigio comunitario) y los procesos que los sustentan (movilidad, transmisión generacional y mecanismos de exclusión). Organizado en varios capítulos que combinan teorías clásicas con estudios de caso empíricos, examina cómo varían las jerarquías según factores como el parentesco, la religión y la participación ciudadana. Con más de quinientas páginas, aporta un marco conceptual claro para entender la reproducción de la desigualdad y sigue siendo obra de referencia en los debates sobre justicia social y movilidad.